Ser una persona manipulable no es sinónimo de debilidad, hay otros factores que hacen a las personas más propensas a padecer esta situación.
Los expertos definen a la manipulación como el uso de poder en las esferas sociales, de relaciones familiares, sexuales, económicas, profesionales, etc; con el propósito de beneficiarse de manera personal.
Cuando una persona es manipulable, se convierte en víctima de “explotación” por parte de otra persona que se manifiesta como egoísta y sin escrúpulos.
El experto en terapia de comunicación, Preston Ni, dio a conocer tres factores que hacen a las personas más propensas de caer en esta situación.
Destaca el especialista:
“A menudo se usa como un mecanismo de supervivencia para hacer frente a un entorno desafiante o competitivo, principalmente cuando uno no tiene poder o control”.
Estos son los factores que te han mucho más propenso a la manipulación
Según Ni, uno de los principales factores es que si en la historia familia existió algún mecanismo en el que un integrante echó mano de este tipo de técnicas para obtener poder, control, amor, afecto, privilegio o recursos.
Otra bandera roja es que en su vida tuvo alguna clase de exclusión social, cultural, profesional, social o económica en la que tuvo que adaptarse para ser aceptado.
En algunos casos esto también se debe a que forman parte de grupos sociales, profesionales o de normas que hacen más propensas a las personas a tener que cambiar con base en la manipulación desde la influencia.
